1. Estructura y organización de las ideas del texto: En este poema de Rafael Alberti las ideas se estructuran de la siguiente manera:
En una primera parte (versos 1-6): Hay una descripción del estado personal de alguien ocupado por el odio, la venganza y la ira. Este estado bloquea totalmente toda capacidad de razón de las palabras. Se cierra la estrofa con la palabra balas.
En la segunda parte (versos 7-11): Se alude a la inutilidad de intentos de comunicación en forma de manifiestos, discursos... que han sido eclipsados por una guerra. Se concluye con las mismas palabras.
En la tercera parte (versos 12 al 16): El autor expresa su angustia por encontrarse en ese mismo estado. También se acaba la estrofa con la palabra balas.
En una cuarta parte: cierra el poema con una alusión al hecho de que las palabras han quedado sin uso, vacías.
El poema tiene una estructura circular, el poeta comienza y termina con la misma idea principal, intercalando entre ellas sus sentimientos hacia este hecho. Su idea principal trata sobre lo vano de las palabras ante una guerra.
2. Resumen y tema:
El tema podría ser la muerte de las palabras ante una situación de guerra.
Cuando se despierta la venganza, el odio , la rabia y la ira en el ser humano toda capacidad de comunicación queda aislada en un segundo plano, sustituidas por balas.
Todo el esfuerzo de la sociedad representado en manifiestos, discursos, comentarios.. para conseguir una civilización de la población han quedado manchados y destruidos por la sangre y las armas de una guerra.
El autor se lamenta de sentir esa misma sensación en él mismo, la de que la barbarie haya superado a las palabras y las haga acallar. Define a sus propias palabras como "heridas de muerte".
3. Comentario crítico:
Este poema pertenece a Rafael Alberti, natural de el Puerto de Santa María, Caádiz y conocido miembro de la Generación de 27 y último de sus supervivientes.
En este poema, escrito en 1937, en plena Guerra Civil española, expresa su dolor y desesperación hacia el hecho de que la guerra haya superado con creces a las palabras y a la capacidad de comunicación de las personas para convertirlas en una ley de sangre y de predominio de "el más fuerte".
En sus versos, al final de cada estrofa encontramos un cierre con las palabras "balas, balas", una metonimia en la que se sustituye un gran todo como es una guerra simplificado en una de sus partes más representativas, las balas. Para hacernos llegar la sustitución de las palabras (otra metonimia que esconde la capacidad de comunicación y civilización de las personas) por estas.
En la primera estrofa hay una repetición de la palabra médula y tuétanos, no sabemos si con el mismo significado o con distinto pero en todo caso para realzar que ese odio, esa ira provocados por la guerra se encuentra grabado en lo más profundo de la persona.
En este poema nos subraya esta inutilidad de las palabras en tiempos de guerra. Sin embargo, encontramos algunos ejemplos con los que podemos probar que no todo es tan cierto, y que en ocasiones eran las mismas palabras las que alentaban a los soldados a la lucha. Un ejemplo muy conocido es el importante papel que jugaron escritores como Miguel Hernández y el propio Rafael Alberti recitando sus versos ante las tropas de su bando que habrían de combatir en los frentes, llenándolos así de una especie de "fuerza interior."
Pero lo que sí es cierto es que en las guerras hay una sustitución de la comunicación y el debate por la fuerza, las armas, la violencia para conseguir un objetivo.
Precisamente hay una pérdidad de la capacidad del lenguaje, la característica que nos define como seres racionales y nos separa de los animales. Eso es todo lo que se pierde en una guerra, quedando eclipsado por la parte más brutal, el odio, la venganza, la rabia, la fuerza, por eso la guerra es el lado más irracional del hombre, en el que se deja llevar por sus instintos más vergonzosos que hacen inútil tantos miles de años de trabajo y evolución en la ética y cultura humana, una guerra no es más que un retroceso de nuevo a nuestro instinto animal y antirracional. La propia guerra lleva a un círculo vicioso, en el que una vez que se comienza, difícil es de terminar, a excepción de la imposición de uno de los bandos por la fuerza.
Una vez que se comienza una guerra ya consiste en un círculo de dolor y venganzas en el que seguramente muchos hayan perdido la noción de por lo que luchan siquiera, restringiéndose a un odio irracional hacia el contrario, un odio que nubla todo lo demás.
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