1. Estructura:
Este poema se podría dividir en dos partes: En una primera parte del verso 1- 11. El poeta expresa la manera en que él quiere vivir, sin los objetos materiales. Defiende su concepto de amor en el que no caben las apariencias, sino simplemente la personalidad, el interior de la otra persona.
En la segunda parte de los versos 12 al final : El poeta expresa la originalidad de la personalidad de su amada. Quiere amarla apartándose de todas las circunstancias que los caracterizan a ambos y simplemente siendo ellos mismos.
2. Resumen y tema: El tema podría ser el amor a la propia persona por encima de sus circunstancias.
El poeta expresa que para su felicidad no hacen falta las cosas materiales. Para amar a la otra persona no hacen falta las apariencias, los añadidos, lo superficial, sino simplemente la sencillez, ser ella misma, con espontaneidad. También promete amarla él mismo desde el mismo estado en el que se ha desprendido de todo lo anterior para resurgir desnudo, como él mismo.
3. Comentario crítico:
Estamos ante un poema de Pedro Salinas, conocido autor de la Generación del 27 en el que nos da una definición de su manera de sentir verdadero amor, en la que hay que desprenderse de todo lo accesorio para quedarse solo con la esencia de una persona, solo así se podrá amar realmente.
Existe una cita del famoso filósofo y escritor Ortega y Gasset que decía: "Yo soy yo y mis circunstancias, y si no la salvo a ella, no me salvo yo." Ortega y Gasset en su filosofía defendía la vida del ser humano como algo dependiente de su circunstancia, de todo lo que la rodea y por tanto, la influye y determina.
Podríamos entender la intención del autor como una intención en la que para crear al amor haya que dejar a un lado todas esas circunstancias para quedarnos en un estado de "esencia", solo así, sin nada que influya y decrete sobre nosotros mismos, solo así, desnudos de todo lo ajeno a la "esencia", se puede querer.
Este es un tipo de amor idealista y utópico. Las circunstancias de cada persona son determinantes en todos los aspectos de su vida, incluido el amor. El amor, propiamente, es un resultado de todo ello, de todo el conjunto. Aquellas cosas materiales que nos rodean, las situaciones, ... todo contribuye a formar toda nuestra vida. Es impensable hacerse a la idea de un amor puro como el que defiende al autor en el que no intervengan ningún tipo de circunstancias externas a nosotros mismos, ya sea en forma de impedimento o de progreso.
Lo ideal sería poder deprenderse de todo aquello para poder seguir las instrucciones del autor, pero estamos totalmente determinados por nuestras circunstancias hasta el punto de existir una gran coyuntura entre estas y nosotros. Eso solo sería posible en un mundo en el que solo existieran esas dos personas que se aman, un lugar donde no existiría nada externo que pudiese influir sobre nosotros, pudiendo amar "puramente" sin impedimentos. Pero al vivir en sociedad estamos condenados a tener unas circunstancias determinadas y guiarnos por estas.
Esta naturaleza de amor es una romántica utopía y una bonita literatura, pero una imposibilidad práctica en nuestro mundo sensible.
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