Dramaturgo, pero aficionado al cine, para el que llegará a escribir un guión, admirador de Buster Keaton actor y director cinematográfico estadounidense que se caracterizaba por un gran humor escondido tras una cara inexpresiva, conocido popularmente en España como el "Pamplinas". Fue víctima de las bromas de Buñuel, ya que El perro andaluz es el título de una de sus películas más significativas del cine surrealista y también el remoquete con el que él y Dalí (que no incluyeron a Lorca en los créditos a pesar de su indudable colaboración) reprochan al poeta su entrega al tipismo folclórico con El romancero gitano, que los surrealistas consideraron como una traición al arte nuevo. Reproche injusto ya que tras su viaje a Nueva York García Lorca creará un lenguaje poético nuevo, vibrante y con un tono antes no oído en nuestra lengua. Interesante es la descripción que nos presenta un amigo común de los tres enemistados de cada uno de ellos. Pepín Bello llega a afirmar: ¿Lorca?"Un genio. Alegre, extrovertido,sincero. Tenía muchas virtudes. Todo el mundo le decía que era estupendo. Yo, no tanto. Por eso, como tenía su vanidad, me decía: "Tú no me admiras lo suficiente". ¿Dalí?"Era asexuado. No sabía leer el reloj, ni que un duro eran cinco pesetas.Pero de arte lo sabía todo". ¿Buñuel?"Nos entendimos muy bien, pero no conseguimos que fuera jamás al Museo del Prado. Lorca y Dalí eran geniales para ver arte".
García Lorca será capaz de armonizar obras de carácter tradicional (desde Bodas de Sangre hasta doña Rosita la soltera, pasando por la Maravilla de los títeres y la Zapatera Prodigiosa) con otras consideradas durante mucho tiempo como irrepresentables (El público, Comedia sin título) o ese monumento en el que el surrealismo se mezcla sorprendentemente con la poesía de tradición oral como Así que pasen cinco años.
En la fotografía bajo el texto, se puede apreciar una fotografía de Nueva York, realizada desde una perspectiva en contrapicado. Esta perspectiva nos realza los edificios que aparecen en la fotografía, dándoles grandeza y empequeñeciéndonos a los observadores. Podemos ver la contraposición entre un edificio clásico como es un Panteón griego y unos edificios modernos, rascacielos en forma ascendente de escalera. Podría ser una contraposición entre los tiempos modernos y los tiempos antiguos. O incluso podría referirse al estilo hablado anteriormente en Lorca, los estilos tan diferentes que se dan en él, tanto un estilo folclórico, más tradicional frente a un estilo más renovador y actual.
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