lunes, 28 de mayo de 2012

El túnel- Ernesto Sábato

1. Organización de las ideas del texto:
Este texto se puede dividir según sus ideas en :
Una primera parte desde la línea 1 a la línea 10: Se relatan los pensamientos del protagonista con una predicción de lo que va a ocurrir más tarde, la rotura de un amor que acabará en muerte. El protagonista rememora numerosos recuerdos con María, entre los que la imagina de niña.

En una segunda parte desde la línea 10 a la línea 19: El protagonista sigue con el hilo de sus pensamientos en los que deforma la realidad, imaginando la burla por parte de su amada e incluso creando la determinación de un destino ya escrito en el que sus caminos no se cruzaban.

En la última parte desde la línea 20 a la línea 24: Mientras va cayendo la tarde el protagonista escucha la voz de María, que lo lleva a un estado de ensueño en los que se plantea hasta los extremos a los que podrían llegar sus actos.

2. Resumen y tema:
El tema podría ser el envenenamiento de un desengaño amoroso.

 El protagonista espera un suceso que ya adelanta, el final de su amor que desembocará en muerte. Mientras, se pierde en sus pensamientos en los que recrea a María, imaginándola en su infancia e incluso recuperando recuerdos de sí mismo, absorto, observando la nieve caer. Se iban intercalando con pensamientos negativos en los que imaginaba a María con su amante burlándose de él, y en ese momento, cae en la cuenta de que María y él pertenecen a mundos totalmente distintos, no estaban hechos el uno para el otro como el había creído. El resultado de ese desencanto fue el nacimiento de una macabra idea que iba tomando forma poco a poco, impulsada por la voz de María que escuchaba a lo lejos.

3. Comentario crítico:
Este fragmento pertenece a la novela El Túnel, de Ernesto Sábato,al lugar de la historia en el que el protagonista se encuentra esperando afuera de la casa donde se encuentra la mujer de la que está enamorado, María, con su amante. Mientras espera y reflexiona se va apoderando de él la desesperación de que de alguna forma María no corresponde a su mundo ni a sus sentimientos, sintiéndose engañado y carcomido por los celos y la rabia que van deformando sus pensamientos hasta que toma la decisión de acabar con la vida de María.
Siguiendo la línea que marcan los pensamientos del protagonista, se ve como al principio, dedica pensamientos enteros a momentos felices con María, que van endulzando su figura hasta llegar incluso a imaginársela de niña, conduciendo un caballo, con la melena al viento, con una especie de connotación de libertad, quizá para ella, que vive en una situación que no la hace completamente feliz, o quizá para él, que sueña con ser capaz de amarla libremente, sin ningún tipo de oposición. En el desarrollo de su pensamiento llega hasta una conclusión en la que se hace consciente de lo diferentes que son María y él. Él pertenece a un mundo que a ella le está totalmente negado, el mundo de la soledad. Es un ser solitario que comprende haberse enamorado de una mujer que no ha entrado nunca en el “oscuro túnel” de la soledad, y por lo que le es imposible sentir una mínima empatía por él, de alguna manera, él nunca se sentiría completamente amado. Utiliza un juego de imágenes al aportar que ella “simplemente se había asomado a una de sus ventanas”, que transportan a la imagen de María descubriendo el cuadro del pintor en el que una mujer observaba el mar a través de una ventana. Un cuadro con el que había empezado toda la trama, y que se adivina, por la sensibilidad que demuestra María hacia él, que realmente es un símbolo de libertad para una mujer que carece de ella. Juegan un papel muy importante a partir de ahora los celos. Los celos provocados por la sensación de no poder amarse mutuamente con María, mientras que hay otro hombre que sí tiene ese privilegio. Estos celos se adueñan de su pensamiento, eclipsando a todos aquellos que le había dedicado con amor a María, llenos de felicidad y gratitud, y siendo ahora sustituidos por pensamientos enfermos y oscuros que le inducen a matarla, en actitud “o conmigo o con nadie”. Empresa que más tarde llevará a cabo.
Se transparenta aquí una actitud de persona enferma, de celos. Porque los celos son una enfermedad mental, de aquellas personas que creen erróneamente que las personas a las que aman son una propiedad, y que les deben amor y fidelidad de por vida. Enfermos cerrados a la realidad de que las personas son totalmente libres, que no pertenecen a nadie, y que disponen de total autonomía para amar y “desamar”, que el amor no es un contrato que se firme de por vida, y que tal y como empieza, acaba, con la peculiaridad de que por muy profundo que haya sido nunca suelen quedar vestigios, incluso siendo sustituido rápidamente. Los celos son capaces de transformar en “amor”, lo que realmente es posesión, hasta el punto de hacer creer a su dueño estar en el privilegio de poder decidir sobre la vida de la otra persona. En menos de lo que canta un gallo todas aquellas sensaciones positivas que le quedaban al protagonista del amor de María, se transformaron en rencor, llevándole por el camino de los cobardes, el camino más fácil que le haría liberarse de la carga que sería soportar imaginarla con otro que no fuera él, acabar con su vida. ¿Realmente había sentido alguna vez amor por ella?.









No hay comentarios:

Publicar un comentario