domingo, 5 de febrero de 2012

J.M Caballero Bonald- El justo

"Poemas póstumos" 1968 y comentario de: EL justo: aquel que edificó su casa con nobles piedras ya su abrigo vivió decentemente sin mandar ni ser mandado aquel que obedeció los estatutos de la naturaleza y así pudo igualar con la vida el pensamiento aquel que compartió los venerables ordenamientos de la soledad ese no podrá nunca ser vencido porque nunca tampoco usara contra nadie su poder J.M CABALLERO BONALD. 

ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS: En este poema que pertenece al autor J.M Caballero Bonald podemos dividir las ideas de la siguiente manera: En una primera parte (versos 1-6) el autor nos describe las cualidades que debe poseer un hombre para que se le considere justo. Edificar su ética bajo unos sólidos principios y vivir su vida sin mandar sobre la de los demás ni permitir que le manden a sí mismo.
En la segunda parte (7- 14) Sigue contando como el justo es aquel que además obedece las órdenes de la naturaleza, satisfaciendo sus necesidades orgánicas y llegando al mismo tiempo a un equilibrio con el pensamiento. También ha de conocer la soledad que lo ha ayudado en su reflexión. Ese será el hombre justo que sabrá disponer de su vida y su poder de la manera más justa posible.
La estructura es de tipo inductiva, ya que nos va desarrollando las cualidades que debe tener una persona para que se la pueda calificar de justa hasta llegar a una aplicación práctica en la vida de esas características. 


TEMA Y RESUMEN:
El tema podría ser las características del justo.


El poeta nos define las cualidades que debe poseer toda aquella persona que merezca ser nombrado como justo. Entre ellas encontramos un equilibrio tanto ético y moral de la persona y sus necesidades naturales, aquel que no interfiere intentando manipular a los demás aunque posea el poder, pero al mismo tiempo vive su propia vida y no deja ser mandado por otros.


COMENTARIO CRÍTICO: En este poema de Caballero Bonald el autor se centra en describir las características que debe tener una persona para ser justa. Para edificar una ética sobre fuertes principios se vale de una metáfora del Nuevo Testamento en la que alude a una casa edificada sobre fuertes y resistentes piedras. Esa persona deberá ser una persona que vive sin mandar ni ser mandado, es aquel que vive para sí mismo y no se impone a los demás. Asimismo si es inteligente sabrá protegerse de que otros influyan sobre él. Encuentra el equilibrio de su mente junto a la satisfacción de sus necesidades materiales, que le confiere su estatus de ser vivo, el que conoce la soledad y con ella la reflexión.
 Aquel que posea todas esas cualidades aún poseyendo el poder será justo y no lo ejercerá sobre otros, también evitando que otros lo hagan sobre él.


En este poema está muy presente el instinto de dominio que poseen todos los hombres, de manipulación. Aquel que posee el poder se cree en derecho de dominar a todos los demás, y para Caballero Bonald, aquel que incluso con el poder se opone a eso, está siendo justo.
Todas las personas tienden a ejercer un dominio sobre otras, ya sea queriendo o sin querer. La realidad es que nosotros mismos somos un cúmulo de distintas influencias mezcladas en nosotros. Estamos dominados e influidos por nuestras familias, por nuestro entorno, sencillamente somos así por esos dominios. Pero el autor parece referirse a un tipo de dominio con algo de connotación negativa, como sería imponer mediante el poder la opinión de uno, su pensamiento, su manera de hacer las cosas, influir sobre todo lo que le rodea para obtener un beneficio propio. Es al tipo de influencia que parece referirse, una influencia intencionada por parte de otra persona. Pero sin embargo es ese deseo de influencia también el que hace aparecer de personas "justas" su capacidad de comunicación, de expresión, y lo que es más importante, de debate. Si todos mirásemos hacia otro lado sin intentar intervenir en los demás, viviendo solo para nosotros, no existiría lo común.

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