martes, 1 de noviembre de 2011

  1. El texto expuesto es claramente un texto espositivo-argumentativo. En su principio nos expone sobretodo información sobre los espejos, desde su invención hasta nuestros días. Sólo en el último renglón aparece un detalle que nos hace darle su tipología y que cambia toda la intención del texto.
un espejo de Luis XIV llegó a costar el triple que un cuadro de Rafael. No se dejen atrapar el espíritu”.

  1. La estructura es de tipo inductiva, ya que primero el autor nos va exponiendo los datos que nos servirán de apoyo y argumentos, y por último desarrolla la tesis.
  2. El procedimiento del que se sirve es un recorrido por la historia sobre como cada cultura y época utilizaba los espejos, y como catalogaban su reflejo; como algo positivo, como un engaño…
  3. El autor en este texto ha pretendido hacer uso de una metáfora en la que utiliza los espejos como principales protagonistas, apoyandose en su función, que es la de reflejar la apariencia, en ocasiones engañosa o incluso deformada. A través de esta función lanza una crítica a las cotizaciones de la bolsa, las cuales podrían ser comparadas con estos espejos, Luis Parada lo hace de una forma incluso podriamos decir irónica, ya que expone cuidadosamente todos los datos sobre los espejos, los tipos de espejos y reflejos, para después aplicarlo a la realidad de las finanzas. De acuerdo con el autor tanto en el mundo de la economía como en el mundo en general es necesario separar las apariencias de lo real, sabiendo ver más allá de lo que nos ofrecen las entidades. No es fácil, ya que para saber descubrir un engaño de este tipo hace falta ser despierto y culturizado, cualidades que no todo el mundo posee, y quizá otro de los detalles a los que el autor ha querido aludir, y es a la de informarnos y preocuparnos para saber diferenciar engaños muy bien confundidos entre lo real.

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